¡Buenas a todos! Mi nombre es Matías, tengo 35 años, 3 hijos y justo el sábado cumplimos 12 años de casados con Ceci, después de estar otros 4 años de novios.
Nuestro camino juntos, comenzó hace 16 años, nos conocimos en la parroquia, ambos íbamos a Acción Católica (al día de hoy, seguimos yendo) así que ahí, un 5 de junio, fue donde arrancó nuestra historia.
Lo mejor que nos pasó en todos estos años fue que pudimos armar nuestra familia basada en un proyecto de vida, pensado y armado bajo el ejemplo de vida y amor de La Sagrada Familia, quizá al leerlo no suene como algo real o importante, pero la verdad, nuestra verdad, es que gracias a esto, siempre que había una complicación, discusión o diferencia recurríamos a la Sagrada Familia y así de a poco, todo se empezaba a aclarar, hasta llegar al punto de resolver todo lo que se presentaba.
Todo lo que escribí en pasado léanlo en tiempo presente jaja! porque es algo que todavía seguimos haciendo, el camino nunca se termina, siempre se sigue andando…
…Bajar un cambio, rezar, volver el tiempo atrás mentalmente, pensar en todo lo hecho, los buenos momentos, el camino recorrido, y poner todo en oración, no va a ser en el momento, pero vas a ver como con el correr de los días, Dios hace su trabajo y te hace entender que el amor es algo que se construye, de a dos, y no es algo que se hace una vez y listo, hay que trabajarlo, cuidarlo, mantenerlo y si lo haces con Él como base, si tiene cimientos fuertes, no se va a destruir, porque el amor siempre prevalece.
Ahora les voy a contar sobre el regalo más lindo que me dio el amor, mis tres hijos.
Cuando nació Chami, la mayor, por más que ella haya sido parte de nuestro proyecto, les aseguro que no supe lo que era ser papá hasta que la tuve en brazos por primera vez. En ese momento pude conocer el amor en otra dimensión, se me presentó de otra forma, la más linda que alguna vez pude conocer. Con mis otros dos hijos me pasó exactamente lo mismo, cada vez que los tuve en brazos por primera vez, experimenté un sentimiento de amor único, algo que no había sentido nunca, es una muestra de la tarea que tenés por delante, no solo saber cuidar, sino también enseñar a amar y ser amado.
Mientras estoy acá en la pieza escribiendo, los chicos entran y salen todo el tiempo, me distraen un poco, pero a la vez me motivan, porque al fin y al cabo la paternidad es eso, dar y recibir.
Todo momento compartido con mis hijos es una enseñanza, ellos te hacen ver, con su inocencia y sencillez, que lo que realmente importa es el amor, eso que Jesús siempre nos recalcó una y otra vez y que a veces a los adultos tanto nos cuesta entender.
Al igual que la relación con Ceci, la paternidad siempre la tuve puesta bajo el manto de la Sagrada Familia, en especial de San José, casi que tengo una relación de amistad con Él. Cada vez que me siento sobrepasado, me gusta ponerme en su lugar, y pensar que es lo que hubiese hecho Él en esos momentos en los cuales no sé cómo proceder, como decía antes, bajo un cambio, rezo, pienso y noto como poco a poco todo se pone en su lugar.
Ser Padre es estar todo el tiempo a prueba, todo lo que hagamos durante la crianza (si, todo) va a terminar influyendo en sus vidas, es por eso que considero que debemos ser muy cuidadosos con nuestra forma de paternar. Podemos estar todo el día hablando del amor de Jesús, pero si no actuamos como Él nos enseñó, de nada va a servir. Lo bueno es que ellos, por lo menos en mi caso, si ven que no soy coherente con lo que digo y lo que hago, me lo hacen saber. Por eso como escribía antes, ser padre es dar, pero también recibir… y aprender.
Para concluir, si tengo que decirles algo, es que el tener un proyecto basado en el amor y la fidelidad de La Sagrada Familia los va a ayudar, pero solo si lo asumen y lo toman como algo en serio, que realmente les ayude a parar la pelota, rezar y reflexionar, para ver cuál es luego la mejor forma de proseguir. Sabemos que Dios está siempre con nosotros, pero la pregunta es… ¿Estamos siempre nosotros con Él? ¿Dios atraviesa todo nuestro proyecto de vida? Los invito a que lo piensen…
Matías Burgos
Parroquia “La Sagrada Familia” - Billinghurst
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